Esperando a los muertos,
empapándose del tema con un hombro,
ahora que el pasado es más grande que el futuro
y la mañana, sencilla, indeseable poco a poco,
retornando tenaz,
con su historia clínica bajo el brazo,
también cíclica y cínica
como el pronóstico de un día soleado
en una contratapa, entre el horóscopo y la historieta
quedó la vida incómoda, de escote estrecho;
pica y no tiene duda:
Incómodo,
revolviendo una fantasía de ex paciente,
de ex abogado, de ex tenista;
solo navegante,
inocente…
y que la vida es nuestra,
entera;
no un odioso intervalo
a por los nuestros
con la única ambición de ser a su tiempo esperado.
S.D.
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