La aparición.
Es su apariencia en las noches paralelas
En medio filosa haciendo de los gajos
Pares de alas cuando paren los nones:
Lo poco tan tuyo que nunca es mitad.
Es brindar en la celda, una copa vacía,
Leños para fiebres como acento en esplín,
Su líquido paso del terrón a la onza
Que a las propias tuyonas ha de espesar.
Su fábula, su flora y su fauna son ecos,
Canales estrechos partiendo de un mar.
Una puesta en escena del pasado selecta
Deshace las fibras en jaulas de arpegios.
Y una gota con puntillo resaltada por la luz
Desciende tremolando la suave geografía.
Estereofónicos anillos bostezan sobre el agua,
Es la barriga del sueño de una vida indigesta.
Todo un juguete con dientes marcados
El mundo se ha vuelto su falso anagrama.
Hectáreas quemadas de hilos dramaturgos;
La hierba que nunca logró madrugar.
E hincando arboledas siempre apariencias,
Vaciando los nidos, callando alboradas.
Chasquido de lengua y emigran las aves
Secando la euforia en las casas tomadas.
(Antología Argentina En Versos y
Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2012).
No se piensa digerido
En media vida salvaje
Ni hay cretenses sogas rojas
Hasta un fetiche crediticio.
Y es que vale la pena,
Incluso todo martirio,
El huésped del fondo
Tras la invertida escalera.
Ése que fue el dealer galo
Del veneno de Violeta,
El que le rasura los jinetes
A todos los caballos.
Y en ese reino venidero
No habrá diezmo ni pecados,
No más oro bajo almohada,
Sobre ella el yacimiento.
(Antología Argentina En Versos y
Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2012).
Larga distancia.
Tu voz mordida y masticada,
Deglutida por los cables
Y despojada de nutrientes,
Arribó de larga distancia
Con el humo del vacío
De un huevo roto ya sin cría.
Tu voz esculpida y moldeada
Trajo consigo sólo ambiente
Como caracoles de los mares
De souvenir en Atacama;
Fue un ovillo adelgazando
A lo largo de la línea.
Y por tu voz de cuerpo ajena,
Esa orfandad de todo eco,
No tuve tu corteza en Braille
Para duplicar así la huella
O tener un mero indicio
De ese dios que te ha sobado.
(Antología Argentina En Versos y
Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2012).
Pequeños soldados de plomo.
Pequeños soldados de plomo
O nerviosos titanes de sombras de agua
Ante el abanico crispante del hogar
A estas bajas horas cumbres.
Y sincopando respira el tic tac,
Ausente, distante, ajena, solsticio.
Cada elemento en el cuarto cosecha
Flores de loto en memorias privadas.
Y como el fuego pare dobles artilleros,
Arabescos de vahos libres del habla,
En hojas blancas ella se encauza
Libre e indómita entre los versos.
(Antología Argentina En Versos y
Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2012).
Espresso.
Una pregunta tostada,
Con el pocillo poseso
Al tiempo de dos vapores
De la máquina espresso
Para hacerme una idea,
Para hacerme embrujado,
Como borra ante tu boca
Cuando acabas el café.
Y ya no pregunto nada,
Está mi niño ante la mesa,
Con estampitas, curitas,
Y pares de medias,
Para beberme cortado
Eximia homínida homicida,
Junto a las borras del mapa
Llamándote cielo.
(Antología Argentina En Versos y
Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2012).
A través de los quetáles.
Mucho gusto en cómo va a través de los quetáles
Todo viento interrogando usuales quehaceres,
Dejándome apremiado con un trofeo trunco
Un instante, un segundo tan fugaz es lo que eres.
Qué decís acá estoy todo igual es como siempre,
Son dátiles guiñoles sobre holas del quetál,
Tus falanges, falangetas, magnas adiestradas,
Piqueras cuando hojeo el duermevela otoñal.
No madura el sabor más allá de los quetáles,
Ni escolto tu silencio ante el miedo de morir
Que cuento todo el tiempo, solitario y sin
frentes,
Rogando igualmente que no se corte al partir.
(Antología Argentina En Versos y
Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2012).
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