lunes, 27 de febrero de 2012

SELECCIÓN POESÍAS PUBLICADAS 2010-2011.

La noche es mía.

La noche es mía,
Me hago cargo de estas tierras sin valor,
Pero eternamente sin fronteras.
Tierras fértiles de delirios,
Donde las miradas
Encuentran un deseo sin cuerpo
Y un grito mudo
Que la quijada desgarra.

Declaro que esta noche mía
Es la fantasmal jardinera de la soledad,
De esa flor que en San Valentín
No socializa en un ramo,
De esa bocanada invernal
Que nadie contiene,
De esa zapatilla tirada
Con los cordones atados.

Mientras tanto, aquí en la tierra
Somos el balón de un niño,
Y esa negra espesura
Es el juego esperando.
Ni siquiera el mapa,
De unir las palmas humanas,
Lograría la vastedad
Del coloso de los vicios.

En esta noche mía,
Atajo entre lo místico
Y lo que el arte decanta,
Los corceles se funden
Y en cámara lenta avanzan.
Y todas las metáforas
Muestran su último naipe,
Su espina dorsal:
La vastedad de la nada.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2010). 

 
El auge de las tertulias.

En primera línea
Exploración y combate
Los espejos rotos
Son hojas arrancadas al viento
Y tu ahora es un monoblock
El David que hoy esculpen los hombres
No esencia sino utilidad
Un tenedor clavado en el cerebro
Una mera zona en foco
Cuando el caos es lo total
Si en salones cerrados
Se elige al futuro representante
Y los prejuicios de algunos
Serán entonces certezas
El estoico péndulo
Quizás ya ni péndulo sea.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2010). 


La poesía no milita.

Líneas,
Venas cavadas,
Leche sierpe
De calamar que avanza.
Garabatea terreno
Óseo, carnal;
Secuencia propia,
Fragmento;
Mirada ajena,
Total.

Ronronea,
Verbo siniestro.
Enciende textos
Con golpe catado
A hierro indudable,
A jugo de encías,
A pistones golpeando
El límite humano.

Valiente vanguardia,
Frente de afeites,
El marco desborda
Regando la inercia.
Y al norte enciende,
Envuelta en baba,
Metalúrgica estrella
De palabra callada.

Y es lluvia de arroz,
Blanca, dental,
El engranaje de cuero
Tras el uppercut.
Cabeza volada
Bajo epiléptica aurora,
Recitando al unísono
El coro y la estrofa.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2010). 


Contextualizar.

Te anulo
Te conquisto
Serán tus glóbulos
Blancos y rojos
Neutrales asteriscos
Mientras tus ojos
Puntos suspensivos
Como rieles
Yendo hacia adentro
Hacia el lado del naipe
Donde la jugada se teje
En los áureos yacimientos
Donde brotan las mieles.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2011). 


Tu nombre entre líneas.

Quién eres? ¿De dónde has salido?
¿Qué extraño ente te ha creado
Con el poder de curar a los heridos?

Al escribir tu nombre entre líneas
Inundas con halo de verbo cada palabra.
Nácar, tu tez
Hiere a Helios con dulce estocada.
Osas con beber su luz
Anclando el albor en tu mirada.

Del ojal de algún dios te has caído
Mientras agitaba con centellas
El saturnino semblante
De una niña una noche de estío.
Eres para mí
Lo que para Sísifo la piedra:
Me ciegas de lo absurdo,
Pero es condena tu existencia.

¿Qué otro truco has aprendido?
Aparte de esa alquimia
Que tu silencio revela,
Y que puso el brindis de Baco
Repiqueteando en mis venas.

¿Quién te vuelve xilofón
Haciendo vibrar tus vértebras?
¿Quién sufre la fiebre del oro
Cavando en tus tierras?
Tan sólo buscaba por un instante
Poder degustar tu suave atajo
Hacia la muerte inevitable
Desfalleciendo en tus brazos.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2011). 


Anonimato.

La noche castañea
Su metrónomo del sueño
Y la soledad de puntillas
Enhebra su canto de sirena.

Es el vacío de la hora cero,
Y sin palabras no hay caretas
Que disimulen lo que eres
Como luz roja en carne en venta.

Y te calzas con el miedo,
Y desnudo con su abrigo
Heladas perlas nocturnas
Imantas con tu pecho.

Y se barajan voces afuera
Y picas una hasta el instante
En que unos pasos se remontan
Independizados de unas suelas.

Se inventó a sí mismo el hombre,
Y aún piensas que no sos nadie,
Pero hasta los pájaros son anónimos
Y tienen todo el cielo por delante.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2011). 


La cacería.

Ahora que la música se tornó color
Saldré a rastrearte donde el oro hierve
Sobre las cuerdas de un piano en llamas,
Donde el bostezo sus brazos extiende.

Y en la cumbre del coro montañoso
Mi helada y seca fatiga fantasmal
En las nieves pesadas del tiempo
Al fin se podrá camuflar
Para espesar tu presencia nocturna
Y tu madriguera hacer estallar.

Y ahora que barro el espacio
Para moldearlo a mi manera,
Puedo escuchar el miedo
Agitándose como saco de arena.
Y al oler tu llegada,
Mi risa demente de hiena
Zarpará con humo tu garganta
Roja y palpitante como sorda sirena.

Y ahora, cuando mastico el tono violeta,
La proa ósea de mi hipodérmica quijada
Hilvana las presencias y las ausencias
Quedando el jugo de todas las metáforas,
Embriagándose entre ellas,
En el hilo de seda de mi nervio sediento.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2011). 


Cenizo.

Aunque ya cruzó mi umbral
Sigo con el sombrero en la mano
Con los nervios desnudos
Bajo sus cenizas cayendo,
Que perdiendo volumen
Y subiendo de tono
Por una escala conducen
Hacia un altillo desierto.

Donde se yergue la hambruna
Bajo la flauta del norte
Como la afonía salvaje
De un campo de girasoles
Mi cacería de fiebres
Echa brea en las suelas
Del presente menguando
Su cuarto creciente.

Y así tras la cópula
De ambas erectas agujas
No tendrás mi intangible
Ni a esa alma que invocas.
Es por esta odisea,
Este adulterio con nieblas,
Que voy dejando en las púas
De la frontera mis prendas.

Y tras la siega de luz
Al oeste, en mi hospicio
Me gozan de mecenas
Las mutiladas de albedrío.
Sombras que atesoran
Tu facial cartografía
Aunque el tiempo agrimensor
Te haya vuelto expansionista.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2011). 


1/4 menguante.

Un eco reseco se hospedó en tu vacío
En cuarto menguante ignorante de albores
Un dorsal horizonte como marca de un crimen
Donde débil se enfría mi yerro fundido.

Empuñando el esplín como chaira de Orense
No será la memoria una daga sin filo.
El joven amparo de la zozobra en sus manos
Quebrando nogales circula demente.

El beso en la cara y la muerte en la ceca;
Están siempre en juego los ojos cerrados.
Tu rostro en mi mente es un esténcil de sombras
Que sabe a estar sordo durante una guerra.

No hay vela henchida sobre el falo mayor
Ni combustión de San Telmo en gemido boreal
Sólo el Índico abierto bien de piernas danzando
Como hornalla de hielo donde cocer el dolor.

Y por tu puño golpeando mi tez de aluminio
Accidentes geográficos se han elevado
Impidiéndole el paso a aquel mensajero
Con la añorada noticia de que aún sigo vivo.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2011). 


Enfant

Niño terrible,
Editor de fantasías,
Ábreles las piernas al mundo
Haciéndolo gemir en múltiples antojos.

Niño terrible,
Tus lápices rojos
Marcan crucen en las fachadas
De los asilos para locos.

Niño terrible,
Mastica despacio;
Lo mal tragado forma un muro
Donde colisionan tus entrañas.

Niño terrible,
Inocencia de mercurio;
Lo que con el sol ya no se eleva,
Pesando por siempre envenena.

Usa tu máscara de pájaro
Para evitar el contagio
De la peste que propagan
Los dirigentes y las sotanas.

Deja que la higiene de la guerra
Se los devore a todos.
Ser huérfano de esta humanidad
Calcárea, sarcófaga,
Es sin la fiebre portar el oro.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2011). 


El disparo que fecunda.

Lamer las notas del borde,
Sucias de fango divino
Merced a las tropas de carne
Que desde allí han marchado
Hacia los bulevares.

Tomar el camino opuesto
Y escupir en el buitrón
Para sembrar la inspiración
En los cuerpos por venir.

Abrirse en un abrazo
Y que en la solapa florezca
El óleo de todos
Como marca tribal:
La relojería siniestra
Erradicando el negocio
De manos estrechadas
Tras un acuerdo bilateral.

Embriagarse con humores vítreos,
Con el reflejo de un mundo invertido,
Donde la única moda se confeccione
Con los hilos de plata
De los destellos corneales.

Y que se les quiebren los brazos
A aquellos que empujan los muros.
No más horas ni cuartos menguantes.
No más añicos de alientos caídos.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2010). 


Láctea.

Besarte la frente,
Volverla láctea.
Quitarle el rubor
De esa fiebre que atrapa
En húmedas mazmorras
Donde el mal del siglo
Veloz trepa los muros
Para volverte imago
De desesperación y soledad.

Besarte esa mirada,
Aún tan oceánica,
Y derramar mi sangre
Electrizando predadores,
Para hervir y purificar tus aguas,
Y ser un madero a flote
Para tu anterior naufragio,
Para lo que fuiste entonces.

Y darle otro uso a tu boca
Que aquel de acentuar
La caída libre de tus lágrimas.
Que esas notas de sal
Se vuelvan ciudadanas
Del sistema solar que gravita
En torno a tus pupilas.

Y que retorne la corrupción
De tu gobierno diamantino,
El sesgo sobrenatural,
De facto, estremecedor,
De una mujer entregada a la vida
Con la violencia de un suicida.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2010). 


Intitulada II (Divagaciones sobre la inercia).

El sol, hijo bastardo del ocaso, se alza lento
Como luciérnaga padre de las vulvas del cemento.
Magenta, el cielo, abriéndose de par en par,
Evade la cicatriz y despliega sus pétalos
Como la muda clemencia del que no sabe decir
Lo tanto que el sentir por dentro le quema.

Mundanos nosotros,
Restándole poesía al mundo
Con cada palabra que intenta
Coagular en torno a la esencia.
Ésta al fin se escapa del puño,
Entre los dedos, como arena,
Al no resistir el ardiente buitrón
Donde el voltio humano fundido queda.

Mundanos nosotros,
Que al morir nos podrimos,
Que al amar nos mentimos,
Que el sentir que vivimos
Nace tras todo haberlo perdido.

¿Puedes notar cómo la estrella nos está violando,
A nosotros – humanos – y a los objetos inanimados?
Así vamos pariendo sombras que nos imitan,
Sobre este plató de verde y sudoroso pasto.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2010). 


Apología al blanco y negro.

Alguna vez amanecí
En la fase profunda de un sueño,
Donde los ahorcados eran frutos
Y los buques, miniaturas.
Donde bajo chispas de forja
El áureo resplandor
De la tijera de la aurora
Te arremolinaba demencial
Como bosquejo de Provenza.

Aquella vez que amanecí
Nos consumíamos en fuego,
Cicatrizando en ceniza
Nuestro lecho de hojarasca.
Y si el eco fue armonía,
En Si mayor,
Y tras la clave,
Volvieron los gorriones
A posarse en los cables.

Y por ese amanecer
En el misterio de tus ojos
Donde yacen los espejos
Que dialogan en celeste,
Nublada quedó mi vista
Como en el ´69,
Año del genocidio
Del pueblo selenita.

Y hoy en este ocaso
De piedras en los bolsillos,
Como odalisca de aceite
Diluidos van mis rasgos,
Reptando ya sin dientes,
Mar afuera,
Hacia una huella;
Soy de Dios un madero,
La señal de su naufragio.

(Antología Argentina En Versos y Prosas, Editorial Raíz Alternativa, 2010). 



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